Misión
Educación
Clases de inglés adaptadas a diferentes niveles con un máximo de 20 niños por aula y un soporte adicional para aquellos que tengan dificultad de aprendizaje.
Emergencias
Se destinará una parte de las aportaciones a la construcción de casas, reparto de alimento, medicamentos o cualquier otra necesidad de urgencia que pueda surgir en las familias en situación de pobreza extrema de la aldea.
¿Qué estamos haciendo?
Camboya Sonríe es un proyecto que se ha creado a raíz de conocer el sistema educativo camboyano y en la situación en la que se encuentran la mayoría de niños/as.
Nosotros queremos estar a su lado y formarlos para que puedan encaminar su carrera profesional, y así no sufrir continuamente por la falta de alimentos básicos, medicinas u otras necesidades.
Es por ello que hemos construido un colegio rural. Actualmente completamos la educación de más de 200 niños/as y jóvenes. Principalmente les enseñamos inglés, hábitos y valores importantes en su día a día. Además promovemos el deporte, la lectura, la creatividad y el trabajo en equipo.
También colaboramos con las familias delante de situaciones de emergencia..
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Familias en situación de pobreza extrema
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Niños menores de 12 años sin escolarizar
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Niños mayores de 12 años sin escolarizar
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Presupuesto del Gobierno de Camboya dedicado al sector educativo.
¿Quiénes somos?

Alejandra Borrell

Bear Chamnan

Phong Sokun

Bunthong Thong
¡Vivencias únicas!
Los voluntarios/as comparten su experiencia en Camboya Sonríe.

Inma T.
Ha sido mi primer viaje a Camboya y he descubierto un país vibrante cuyo mayor tesoro es su gente, su hospitalidad y la vida en comunidad. Aunque también un país con mucho por hacer, escasas infraestructuras y con las carencias más básicas.
Las tres semanas que he pasado como voluntaria en la escuela de Camboya Sonríe han sido una experiencia inolvidable. He podido contemplar de primera mano el trabajo que, con amor, Alejandra, Chamnan y los demás profesores llevan a cabo formando y educando a los niños y jóvenes para que tengan un futuro, así como apoyando a la comunidad en general para conseguir un destino más próspero. Lo que más admiro es la dedicación de estos profesores y el respeto de los chicos por la enseñanza y por sus maestros.
Con una experiencia así sales de tu zona de confort, te enfrentas a una realidad que te es ajena, y al final siempre recibes más de lo que das, y mucho más de lo que en algún momento imaginaste. En tres semanas no se puede hacer mucho, ni los chicos pueden aprender de tu estancia tanto como uno quisiera, pero sí se contribuye a que la escuela y la educación sean más interesantes; y se les da ilusión, aumentando su curiosidad y con ello, algo que no les falta de antemano, las ganas de aprender. Estableces relaciones, transmites tu conocimiento e ideas, surgen emociones y se crean lazos, etc. Y especialmente puedes ver, vivir y empaparte de como estas personas basan su trabajo y su experiencia de vida en tres valores mágicos: ayuda, esfuerzo y compromiso.
Gracias a Camboya Sonríe por esta oportunidad única. Espero que para ellos mi estancia y aportación sea una de muchísimas más, de infinitas colaboraciones que les proporcionen todo lo necesario para sacar el proyecto adelante, para que siga creciendo y enriqueciendo la vida de la gente.

Claudia y Joana
Antes de comentar nuestra experiencia de dos semanas en CamboyaSonríe, creemos conveniente decir que encontramos este proyecto en Instagram, desde ahí empezamos a hablar con Alejandra, quien nos hizo sentir rápidamente muy acogidas y nos amplio las ganas de ir a pasar allí unos días. Además fue muy fácil comunicarnos con ella y acordar nuestra estada.
Durante nuestros días en la escuela, estuvimos asistiendo a las clases de la mañana, así que conocimos mejor a 3 de los 4 profesores (Alejandra, Sokun y Chamnan), quienes nos ayudaron, explicaron y nos hicieron sentir integradas en las clases y la educación de los niños. Así que estuvimos muy a gusto aprendiendo de ellos y disfrutando a la vez de poder ayudar (aunque sea un poco) a la educación de ese pueblo.
Nos gustó mucho la dedicación y els esfuerzo de los profesores para que los niños aprendan de una forma divertida, causando así, un mayor interés en el inglés por parte de ellos. Eso nos lleva a querer comentar la importancia del trabajo que hacen en CamboyaSonríe para mejorar la educación y el futuro del país. Ya que nos explicaron cómo está la situación (política, educación, intereses…) y lo preocupados que están ellos por eso.
Así que queremos dejar constancia en este blog de la importancia del trabajo que se hace desde la organización y creemos que no debería de ser necesario llegar hasta Camboya para ser conscientes de la situación del país (de este y de muchos otros).
Formar parte de este proyecto no sólo se trata de enseñar y aprender, sino que se incluye; ser feliz, pasarlo bien, ayudar a las familias, aprender a convivir, etc. Así que a parte de las clases, también pudimos celebrar los cumpleaños de Alejandra y Sokun, ver el trabajo que se hace con las familias de los niños que lo necesitan o conocer lo bien que se lo pasan haciendo Kung Fu.
Para terminar, decir que nos hubiera gustado estar más tiempo con ellos y poder haber empleado mejor nuestro tiempo allí.
De todo corazón esperamos que CamboyaSonríe pueda ir creciendo y recibir las ayudas necesarias para que todo lo que tienen en mente sea posible.